El exceso de actividades extraescolares afecta al rendimiento escolar

Desde nuestra tienda de bebé, hoy hablamos del rendimiento escolar, ya que recientemente un estudio señala que las actividades extraescolares recargadas de los niños y jóvenes, inciden notablemente en su rendimiento escolar y académico.

Muchos padres y madres intentamos que nuestros hijos sean un reflejo de nuestra infancia e intentamos de que hagan todo aquello que hicimos y también lo que no pudimos hacer.

Muchos niños y jovenes hacen entrenamientos deportivos 3 ó 4 veces a la semana, talleres avanzados de música, tanto en el colegio como en clases particulares. Todo esto, sumado a las horas que hay que dedicar a los trabajos escolares, generan una sobrecarga y llevan a una mayor fatiga física al no tener las horas adecuadas de descanso.


Las encuestas de la Fundación Nacional del Sueño de EEUU, el 60% de los escolares tiene extrema somnolencia diurna. Más del 25% se duerme en clase, por lo menos, una vez a la semana. Esto se debe al sueño no reparador, porque el exceso de actividades provoca un desorden en los horarios o simplemente porque a la hora de dormir, los escolares manifiestan dificultades en conciliar el sueño.

Los expertos, 8 horas diarias de sueño son lo mínimo recomendable, pues es el tiempo que le toma al cerebro procesar la información recibida durante el día (hasta los 21 años). El problema es que menos tiempo afecta directamente el desempeño académico: 15 minutos menos al día inciden directamente sobre las notas y una hora menos puede provocar un desempeño cognitivo equivalente al de un niño dos años menor.

Los especialistas coinciden en que una sobrecarga de actividades suele ocurrir en los escolares más grandes, pues son más independientes y pueden asistir por cuenta propia a sus compromisos. Además, sus actividades son más exigentes y demandan más tiempo adicional que las de los más pequeños, que suelen limitarse a juegos o instancias para socializar.

Además, el exceso de actividades puede generar dolores de cabeza o una clara disminución del apetito, problemas que pueden derivar en estrés infantil, que se caracteriza por ansiedad, aparición de preocupaciones exageradas, incapacidad para relajarse y controlar las emociones, etc.

Tenemos que tener un equilibrio entre todas las actividades extraescolares e intentar que nuestros hijos e hijas disfruten de los talleres y actividades que desarrollan, que poco a poco se harán mayores y elegirán por su cuenta las actividades de ocio, deporte, tiempo libre y a ser buenos estudiantes.

 

 

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